La tristeza me arrastra de una manera inconsolable, no hay desperdicio en las hojas de papel mojadas, que mi llanto arrancan con un un grito lastimero.
Me acuerdo cuando les contaba cuentos a mis hijos de pequeños, eran cuentos de papel llevados por mi a contarlos de forma que lo comprendiesen, hoy no puedo contar nada ya, hoy mi corazón se va, como la lluvia corre por las montañas, como el viento resbala en un vendaval, hoy ya no soy nadie, porque nadie me siento, no me siento a mi misma de manera tangible, soy como el humo, que desaparece tras los cristales embellecidos por el magnifico sol.
Hoy me visto con la mortaja de la muerte, por que muerte me siento, amarga, dura e insondable hasta el mas puro abismo, hoy me visto con la mortaja de la muerte para llevarme los sueños y deseos de otros, porque los míos no quieren hacerlos realidad, los arrastaré hasta lo mas infame del inframundo, incoloro y sin olores a dulces fragancias, para que sepan lo que es vivir asfixiada con uno mismo, y sin que nadie te de un respiro.
Hoy las cadenas las rompo, las desgarro, miro hacia atrás y no veo mas que egoísmo y podredumbre, las vestiduras son mentira, son pura hiprocresía, dicen cosas de las personas que no son verdad, porque la verdad desnuda es mas verdad.
Hoy me visto con la mortaja de la muerte, para sacar a todo aquel de su mundo de oropel, de que vea que su vida es un caos, de que cree que vive pero en vida muerto esta, la magia hoy no existe, solo hoy, porque yo muy cansada de las vicisitudes de la vida, la mortaja de la muerte me pongo y con ella me voy a otros lares, para celebrar que la vida se va.
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