Cuando mi hijo nació, hace 33 años, yo como a todas las madres, se me disparó mi imanación, empezó a pasar por mi mente toda la película de su vida, desde sus incipientes pasos, hasta sus manos regordetas queriendo acariciar mi cara y sus `primeros besos.
Mi hijo fue creciendo La infancia , el cole, las fiestas de cumpleaños con sus amigos y hermana, la Navidad con el árbol y sus luces, que a el siempre tanto le gusto decorar, siempre las celebramos los tres, junto a mis padres, ellos adoraban a sus nietos, teníamos una vida normal, no existía la figura paterna ya que me divorcie del que era mi marido cuando eran muy pequeños, un ser deleznable que nunca se preocupo de ellos en ningún sentido pero mis hijos eran felices, y mi hijo siempre estuvo arropado por sus abuelos y por mi.
Esos sueños de los que hablo, eran unos "sueños" sencillos, nunca quise para mi hijo que fuera un universitario de pro, ni que ganara mucho dinero ni se casara con la mas alta y guapa. Y bla bla, bla. Solo se que deseaba para el lo mejor del mundo como toda madre y que no fue así.
por que se junto con malas compañias, pero que muy malas, vamos las joyas de la corona.
pero...............+.................... Ahora todo ha cambiado, mi hijo estando en prisión encontró a Dios y esta tan arraigado ese sentimiento en el, que se a ciencia cierta que mi hijo va ha seguir adelante con Dios en su corazón y lo va a hacer todo correctamente en proyecto hombre, en comunidad, y cuando salga también lo va ha seguir haciendo todo bien.
Para mi es una inmensa alegría que haya sucedido de esta manera, ahora mismo acabo de llamar a comunidad y he preguntado como va mi hijo y palabras textuales del responsable de comunidad: su hijo me ha dicho esta muy centrado, con buen humor y todo positivo.y al despedirse me ha dicho: quiere algún mensaje para su hijo, le he contestado dile que le quiero por favor y se ha despedido de mi diciendome Dios la bendiga.
Estoy completamente llena, rica , dentro de una plenitud y paz que me hace reír por todo.
SOY MUY FELIZ
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