martes, 26 de noviembre de 2013

VIS A VIS

La semana pasada pude ver a mi hijo en el vis a vis que nos tocaba,estaba tan guapo,sus ojos verdes me miraban con serenidad,la misma serenidad de un mar en calma,su mirada se posaba en mi con dulzura,la dulzura que tenía cuando era un niño y jugaba con su hermana los dos en su habitación, mientras yo leía,eran tiempos de risas,de alegría,de ruidos alborotados por el sonido de sus voces.Ahora me queda el eco de esos sonidos,el perfume diluido de esos días y convertido en una fragancia llena de añoranzas.

Echo tanto de menos a mi hijo,me tengo que conformar con los vis a vis de cada mes,y doy gracias porque ahora tenemos mas de uno,su hermana también le echa de menos y cuantas veces hablando por teléfono se echa a llorar hablando de su hermano,su niño,en la última carta que le escribió mi hija a el,lo que más me emocionó es donde le decía que al igual que de pequeño siempre le llevaba de la mano y nunca le soltaba,que Recordara que su mano siempre estaba unida a la suya,y que nunca se la iba a soltar.

Se que hay que afrontar la realidad y vivirla,no soy optimista pero procuro siempre tener una actitud positiva,y se también que el único tiempo real es el presente y no se puede ni se debe dejar que se pierda,cada instante de cada día es un don preciado,aún así muchos días cuando me levanto sobre vuela a mi alrededor la melancolía,una amiga que ya conozco igual que a la soledad,ambas en el pasado se hicieron intimas compañeras mías,la verdad creo que siempre han estado ahí,nunca se han ido del todo,debían de pensar que en algún momento las iba a necesitar,toda buena amiga está al lado de una para lo bueno y para lo malo,pues aquí están de nuevo ellas,eso sí,cuando les digo que se marchen son muy educadas y se van,pero cómo yo también lo soy lo normal es que me acompañen,y es que además la melancolía es muy tenaz,aunque este distraída haciendo algo viene a mi,llega con un aroma lejano pero muy presente dentro de mi,llega con una tarde de lluvia,con sus gotas resbalando por mis ventanas y  mis mejillas,con el viento entre susurros que me recuerda mis pesares,llega con el eco de los sonidos de antaño y se me quiebra el corazón en un lamento de una nota musical llena de penas.

Las risas han quedado en la noche de los tiempos,los recuerdos se han ido mojando y tengo que tener cuidado porque son como papel quebradizo,pero ninguna góma los podrá borrar,el pasado soy yo y el presente es mio.

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